San Pascual Bailón, patrón de los cocineros y pastores, fue un humilde fraile franciscano que vivió en el siglo XVI en España. Se le recuerda por su amor y servicio a Dios y a los más necesitados, y se le atribuyen numerosos milagros que evidenciaron su bondad y compasión hacia los demás.
San Pascual Bailón nos enseña que la verdadera grandeza radica en servir a los demás con amor y compasión, y que los milagros pueden manifestarse a través de actos sencillos pero llenos de fe.
ORACIÓN
¡Oh poderosísimo abogado mío, y especialísimo protector, San Pascual!
En este día llego ante vos lleno de ilusión, os entrego mis sinceros y mejores afectos y os aclamo por los muchos favores que a través vuestro Dios ha concedido, llego con la esperanza puesta en vuestro auxilio y me ofrezco como vuestro devoto y perpetuo siervo-a.
Me regocijo de la gloria que en el cielo gozáis, y de cuanto el Señor os ha honrado en la tierra, haciendo vuestro nombre así glorioso por medio de tantos y tan maravillosos milagros.
San Pascual bienaventurado os suplico, por los muchas gracias que de Dios habéis recibido, y por la devoción y amor grande que tuvisteis durante vuestra santa vida, al augusto Sacramento del altar y a María Santísima, me toméis bajo vuestro especial patrocinio, pidiéndoos como por principal gracia, la consecución de la salud eterna de mi alma.
Glorioso san Pascual Bailón, vos que tanto bien hicisteis en la tierra, y que con continuos prodigios y milagros, continuáis haciendo desde el Cielo ayudadme en mis dificultades, dadme consuelo y socorro en mis carencias y miserias, dadme alivio y auxilio en mis graves necesidades, que se acaben mis problemas de dinero y vivienda, mediad os ruego con todo mi ser ante vuestro amado Jesús Sacramentado y su Madre, la Santísima virgen María, para que pueda obtener lo que tanto preciso:
(Hacer la petición).
¡Oh gloriosísimo Padre mío San Pascual!
ya que fuiste en vuestra vida un Ángel en las costumbres, sin haber perdido jamás el candor de la pureza é inocencia bautismal, humildemente os suplico vuestra ayuda, protegedme ante las enfermedades y peligros,
libradme de males y enemigos y conseguidme cuanto os pido si es de utilidad a mi alma.