Glorioso san Pablo, virtuoso y paciente,
que afrontaste mil dificultades
por llevar la Palabra, por anunciar el Evangelio;
bienaventurado apóstol de los que están lejos,
y compañero fiel de los que reclaman tu auxilio
y a ti acuden con sus problemas;
que aun siendo libre te entregaste a Jesús
y te hiciste servidor de todos,
que conociste la debilidad y las penas,
la persecución y el dolor,
la incomprensión, las cadenas,
te "deslumbraste" solo por Cristo
y compartiste con gozo tu conversión;