ORACIÓN INICIAL
(SE DICE ANTES DEL DÍA CORRESPONDIENTE)
Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho de pensamiento,
palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen,
a los Ángeles, a los Santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.
Oh, Señora mía, oh Madre mía,
(SE DICE ANTES DEL DÍA CORRESPONDIENTE)
Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho de pensamiento,
palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen,
a los Ángeles, a los Santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.
Oh, Señora mía, oh Madre mía,
yo me entrego del todo a Ti;
y en prueba de mi filial afecto,
te consagro en este día mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón;
en una palabra, todo mi ser.
y en prueba de mi filial afecto,
te consagro en este día mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón;
en una palabra, todo mi ser.
Oh poderosa Virgen María,
siempre amable y complaciente,
oh Madre de piedad, de manos generosas,
ya que soy tuyo-a, ya que tu me proteges,
guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya,
haz llegar mis necesidades y problemas a los cielos,
para que reciba ayuda en esta urgente y difícil situación.
Hoy acudo ante Ti implorando tu auxilio,
de Ti todo lo espero, en Ti confío,
no me dejes Santa Señora sin respuesta,
contigo a mi lado tengo seguridad y paz,
recibe mi adoración, mi cariño y devoción,
yo con todo respeto y humildad agradezco tu amor
y todos tus desvelos por hacer mi vida mejor.
siempre amable y complaciente,
oh Madre de piedad, de manos generosas,
ya que soy tuyo-a, ya que tu me proteges,
guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya,
haz llegar mis necesidades y problemas a los cielos,
para que reciba ayuda en esta urgente y difícil situación.
Hoy acudo ante Ti implorando tu auxilio,
de Ti todo lo espero, en Ti confío,
no me dejes Santa Señora sin respuesta,
contigo a mi lado tengo seguridad y paz,
recibe mi adoración, mi cariño y devoción,
yo con todo respeto y humildad agradezco tu amor
y todos tus desvelos por hacer mi vida mejor.
Amén.
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS,
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS,
(SE DICE DESPUÉS DEL DÍA CORRESPONDIENTE)
ORACIÓN ACORDAOS
Acordaos, oh piadosísima Virgen María!,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que haya acudido a Vos,
implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos.
Animado con esta confianza, a Vos también acudo,
oh Virgen, Madre de la vírgenes,
y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados
me atrevo a comparecer
ante Vuestra Santísima presencia soberana.
No desechéis oh purísima Madre de Dios
mis humildes súplicas,
antes bien, escuchadlas favorablemente.
Así sea.
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que haya acudido a Vos,
implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos.
Animado con esta confianza, a Vos también acudo,
oh Virgen, Madre de la vírgenes,
y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados
me atrevo a comparecer
ante Vuestra Santísima presencia soberana.
No desechéis oh purísima Madre de Dios
mis humildes súplicas,
antes bien, escuchadlas favorablemente.
Así sea.
DÍA PRIMERO:
Nosotros, aunque indignos de presentarnos ante Ti
por
nuestras ingratitudes e infidelidades
con las que hasta ahora hemos
correspondido
a tu Divino Hijo, Nuestro Señor Jesús,
nos acercamos con amor a tus pies
y, alentados
por tu Corazón maternal,
que jamás deja sin consuelo a los que acuden con fe,
y por la misma necesidad en que nos hallamos,
te pedimos nos socorras con tu intercesión.
Oh Virgen María, por medio de esta Novena,
te imploramos tu generoso auxilio,
dígnate, dulce y comprensiva Madre,
concedernos el favor tan especial y difícil
que humildemente y esperanzados pedimos,
si nos conviene, y si es para gloria de Dios.
Oh Virgen Pura e inmaculada,
haced que nunca nos apartemos del camino de Señor,
y permitid que correspondamos a vuestro amor
con nuestra entrega y devoción y sirviéndote siempre.
Amén.
te imploramos tu generoso auxilio,
dígnate, dulce y comprensiva Madre,
concedernos el favor tan especial y difícil
que humildemente y esperanzados pedimos,
si nos conviene, y si es para gloria de Dios.
Oh Virgen Pura e inmaculada,
haced que nunca nos apartemos del camino de Señor,
y permitid que correspondamos a vuestro amor
con nuestra entrega y devoción y sirviéndote siempre.
Amén.
Decir la ORACIÓN FINAL
y rezar Avemaría, Padrenuestro y Gloria.
DÍA SEGUNDO
¡Oh Señora mía, Santa María! :
Hoy y todos los días
y en la hora de mi muerte,
me encomiendo a tu
bendita fidelidad
y singular custodia,
y pongo en el seno de
tu misericordia
mi alma y mi cuerpo;
te recomiendo toda mi
esperanza y mi consuelo,
todas mis angustias y
miserias,
mi vida y el fin de
ella:
para que por tu
santísima intercesión,
y por tus meritos,
todas mis obras vayan
dirigidas y dispuestas
conforme a tu
voluntad y a la de tu Hijo.
Amén.
(Oración escrita por san Luis Gonzaga).
Pedir el favor que se desea conseguir.
Decir la ORACIÓN FINAL
y rezar Avemaría, Padrenuestro y Gloria.
DÍA TERCERO:
No me desampare tu
amparo,
no me falte tu piedad,
no me olvide tu memoria.
Si tú, Señora, me dejas, ¿quién me sostendrá?
Si tú me olvidas, ¿quién se acordará de mí?
Si tú, que eres Estrella de la mar
y guía de los errados, no me alumbras,
¿dónde iré a parar?
¿dónde iré a parar?
No me dejes tentar del enemigo,
y si me tentare, no me dejes caer,
y si cayere, ayúdame a levantar.
¿Quién te llamó, Señora, que no le oyeses?
¿Quién te pidió, que no le otorgases?
(Oración escrita por Fray
Luis de Granada).
Pedir con gran fe lo que se desea conseguir.
Decir la ORACIÓN FINAL
y rezar Avemaría, Padrenuestro y Gloria.
DÍA CUARTO:
Mi Santísima Señora,
Madre de Dios, llena de gracia,
Tú eres la gloria de nuestra naturaleza,
el canal de todos los bienes,
la reina de todas las cosas después de la Trinidad,
la mediadora del mundo después del Mediador;
Tú eres el puente misterioso que une la tierra con el Cielo,
la llave que nos abre las puertas del paraíso,
nuestra abogada, nuestra mediadora.
Mira mi fe, mira mis piadosos anhelos
y acuérdate de tu misericordia y de tu poder.
Madre de Aquel que es el único misericordioso y bueno, acoge mi alma en mi miseria y, por tu mediación,
hazla digna de estar un día a la diestra de tu único Hijo.
Oración escrita por san Efrén de Siria.
Pedir con gran fe lo que se desea conseguir.
Decir la ORACIÓN FINAL
y rezar Avemaría, Padrenuestro y Gloria.
DÍA QUINTO:
Oh Señora nuestra, Mediadora nuestra,
y dulcísima Abogada nuestra: reconcílianos con tu Hijo, recomiéndanos a tu Hijo, preséntanos a tu Hijo.
Haz, oh bienaventurada,
por la gracia que hallaste ante el Señor,
por las prerrogativas que mereciste
y por la misericordia que engendraste,
que Jesucristo tu Hijo y Señor nuestro,
bendito por siempre y sobre todas las cosas,
así como por tu medio se dignó hacerse participante
de nuestra debilidad y miserias,
así nos haga participantes también por tu intercesión
de su gloria y felicidad.
Oración escrita por san Bernardo.
Pedir el favor que se desea conseguir.
Decir la ORACIÓN FINAL
y rezar Avemaría, Padrenuestro y Gloria.
DÍA SEXTO:
DÍA SEXTO:
Santa Virgen María,
no ha nacido en el mundo
ninguna semejante a Ti entre las mujeres,
hija y esclava del Altísimo y sumo Rey,
el Padre celestial,
Madre de nuestro Santísimo Señor Jesucristo,
esposa del Espíritu Santo:
ruega por nosotros
ante tu santísimo amado Hijo, Señor y Maestro.
Gloria al Padre.
Como era en un principio,
por los siglos de los siglos.
Así sea.
Oración escrita por san Francisco de Asís.
Pedir el favor que se desea conseguir.
Decir la ORACIÓN FINAL
y rezar Avemaría, Padrenuestro y Gloria.
DÍA SÉPTIMO:
DÍA SÉPTIMO:
Madre querida acógeme en tu regazo,
cúbreme con tu manto protector
y con ese dulce cariño que nos tienes a tus hijos
aleja de mí las trampas del enemigo,
e intercede intensamente para impedir
que sus astucias me hagan caer.
A Ti me confío y en tu intercesión espero.
Amén.
Oración escrita por Luis F. Figari.
Pedir el favor que se desea conseguir.
Decir la ORACIÓN FINAL
y rezar Avemaría, Padrenuestro y Gloria.
DÍA OCTAVO:
Ahora y en la hora de nuestra muerte,
siempre estamos expuestos
a perder la gracia de Dios y condenarnos.
Haced, Santísima Virgen María,
que por vuestra intercesión
nunca perdamos el favor de Dios;
que en esta difícil lucha por la vida
encontremos en Ti la protección maternal
que tanto necesitamos
y una Abogada en la hora de nuestra muerte.
Pedir el favor que se desea conseguir.
Decir la ORACIÓN FINAL
y rezar Avemaría, Padrenuestro y Gloria.
DÍA NOVENO:
DÍA NOVENO:
Consuelo de los afligidos,
socorro de todas las necesidades,
me entrego una vez más a Ti,
como esclavo-a y servidor-a tuyo.
Dirígeme, encamíname y ampárame,
Señora y Madre mía, para que acierte a servirte
y logre lo que en esta novena pido y deseo,
si es del agrado de tu precioso Hijo Jesús,
que vive y reina con Dios Padre,
en unidad del Espíritu Santo,
Dios por todos los siglos de los siglos.
Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios,
no desprecies nuestras súplicas en las necesidades,
antes bien líbranos de todo peligro y adversidad,
oh Virgen gloriosa y bendita.
Así sea.+
Pedir el favor que se desea conseguir.
Decir la ORACIÓN FINAL
y rezar Avemaría, Padrenuestro y Gloria.
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