JESUS DE MEDINACELI ORACION PARA PETICIONES DIFICILES Y DESESPERADAS

Padre nuestro Jesús de Medinaceli,
Divino Salvador que bajaste a la tierra para redimirnos,
te alabo y te agradezco de todo corazón
que sufrieras por la expiación de mis pecados,
y que por tu inmensa generosidad
limpiaras con tu Preciosa Sangre mis faltas y culpas,
y te pido por tu Sacrosanta Pasión
que me ayudes a no volver a cometerlas jamás. 

Dulce y amoroso dueño mío,
Tú que llevaste tu compasión para con el hombre
hasta las últimas consecuencias,
Tú que nos has revelado la misericordia Dios Padre
y nos has enseñado que de Él procede
toda bendición en el cielo y en la tierra
pide misericordia y compasión para nosotros sus hijos. 

Por el poder de tus Santas llagas y de la Santa Cruz
consíguenos ¡oh Jesús mío de Medinaceli!
el alivio que en estos difíciles momentos precisamos. 

Amabilísimo y paciente Padre mío,
postrado ante tu bendita y sagrada Imagen
y alentado por tu infinita bondad
y por los muchos favores y milagros que otorgas
a los que imploran ante Ti auxilio,
te solicito con humildad, ¡oh mi buen Jesús!,
que atiendas mis desesperadas peticiones,  
consígueme ayuda en esta difícil y grave situación
que tanto me aflige y hace sufrir:

(hacer ahora, con muchísima fe, la petición),

Jesús, Nazareno Divino, en ti confío, 
Tú que prometiste a tus siervos 
que tendrían en tu esperanza 
todos los tesoros del mundo 
y nada les faltaría de cuanto esperasen,  
confiando en tu liberalidad tan amorosa como infinita 
te ruego seas mi amparo y mi refugio,  
escucha mis suplicas y dales favorable despacho,
si son de tu agrado y para provecho de mi alma. 

Jesús mío dulcísimo,  
oh mi mi buen cautivo de Madinacelli, 
Tú que nos recomendaste la caridad y el amor 
a Dios y al prójimo como el distintivo y señal 
de tus maravillosas Palabras y enseñanzas, 
diciendo que en esto se conocería a tus discípulos
ten clemencia y compasión de nosotros,
aleja toda enfermedad y mal de nuestras vidas,
mitiga las penas e intranquilidades por las que pasamos
y, sobre todo te pedimos 
 nos enseñes a ser mansos y humildes como Tú. 

Concédenos también una sólida y cordial devoción 
para con María Santísima, tu gloriosísima Madre, 
aquella devoción que es señal cierta de predestinados; 
que yo sirva a esta Señora con los obsequios 
del más fiel, cariñoso y obediente hijo. 
  
Y, por último, te pedimos ayuda en nuestro caminar
para llevar una vida santa, llena de caridad, 

así la perseverancia en el bien y el amor a los demás,
y, para corresponder a tus muchos favores,
te pedimos la gracia de cumplir siempre la ley santa
y de morir en vuestro santo amor.
Amén. +

Reza devotamente al Señor el Credo, 
un Padrenuestro y un Gloria.

Haz con fervor la oración durante tres días seguidos, piensa en la Pasión de Nuestro Señor Jesús mientras realizas los rezos y agradécele todo lo que hizo y sufrió por nosotros y nuestra salvación.