¡Señor mío
Jesucristo,
Padre amoroso y dulce Dueño de mi corazón,
animado por vuestra
infinita bondad
y por los continuos favores que otorgáis
a los que imploran
delante de vuestra Imagen
misericordia y perdón, paz y bienestar,
a Vos acudo, oh Padre mío,
Jesús Nazareno,
para ofreceros mis humildes obsequios
y presentaros las necesidades
de mi pobre alma.