ORACION A SAN COSME Y SAN DAMIAN PARA PETICIONES URGENTES DE SALUD, AMOR Y DINERO

Oh gloriosos y santos médicos Cosme y Damián,

que desde vuestros primeros años

cuidasteis y cultivasteis en el corazón

las semillas de la fe cristiana,

volver vuestra compasiva mirada sobre nosotros

que os invocamos con gran esperanza

y acudimos con toda confianza  

bajo vuestro poderoso patrocinio. 

Santos Cosme y Damián, 

invencibles testigos de Cristo Jesús, 

os pedimos que nos ayudéis a liberarnos

de las tinieblas y el error que nos rodea,

de las costumbres y manifestaciones

que nos alejan de la verdadera fe cristiana,

y concedernos que nos mantengamos

 siempre fieles a las enseñanzas de Jesús

que es la Luz verdadera que ilumina

 a todo hombre en este mundo. 

Queridos santos prodigiosos Cosme y Damián,

interceder, os suplicamos con ardor, ante Dios,

 presentar nuestras oraciones ante su Trono

para que en su infinita misericordia

nos conceda lo que tanto precisamos:

(pide ahora lo que deseas conseguir 

con fe y esperanza)

Santos benefactores Cosme y Damián

os suplicamos que mediéis ante el Señor

para que seamos atendidos sin demora,

y para que con su bendición nos libre

de todo enemigo espiritual y corporal,

si es para mayor gloria suya

 y bien de nuestra alma.

Se lo suplicamos a Dios por el triunfo del Evangelio  

y por la preciosa sangre de su Hijo Jesús,

que vino al mundo para redimirnos. 
Amén. + 

Reza el Credo, tres Padrenuestros y tres Glorias. 
Haz la oración y los rezos tres días seguidos. 

NOTAS SOBRE LA VIDA
DE SAN COSME Y SAN DAMIAN.

Estos milagrosos santos fueron dos hermanos gemelos que ejercían gratuitamente la medicina en la ciudad de Egea de Cilicia. Lo hacían por amor y sin esperar retribución alguna, pero sobre todo por su buen corazón y con el fin de difundir la fe cristiana entre sus pacientes.
Se encuentran entre los santos más famosos de la antigüedad. Por ello se levantan en su honor basílicas en Jerusalén, Constantinopla, Roma, etc.
Como datos históricos tenemos el que su nombre figura desde la antigüedad en el Canon romano y en las iglesias y basílicas que les fueron erigiendo. 

Son patronos de los médicos e invocados frecuentemente por los enfermos de toda condición. Por sus obras de caridad, y por sus muchas virtudes, se les pide auxilio también en cuestiones económicas, sentimentales y laborales. 

Su vida está llena de leyendas en cuanto a la forma del martirio (se cree que fueron decapitados) y en cuanto a los milagros que se les atribuyen, como el haber repuesto a un enfermo blanco la pierna de un hombre negro muerto. Así se les representa muchas veces. Y todo lo hacían guiados por amor a Jesucristo que sufre en el enfermo. Su fiesta se celebra el 26 de septiembre.