¡Oh bendito san
Lázaro,
amigo y fiel seguidor de Jesucristo,
y hermano y protector de los que sufren !
tú que conociste
el dolor de la enfermedad,
que padeciste y
sufriste,
y por el gran
poder de Jesucristo
milagrosamente regresaste a la vida en
Betania,
acoge benigno nuestras súplicas,
ahora que imploramos tu ayuda
en estos momentos de angustia y necesidad.
Ruega al Padre
Eterno
para que tengamos una confianza serena y
segura
en el poder infinito de Jesús nuestro Señor.
San Lázaro
glorioso patrón de los pobres,
resucitado por el divino poder de Jesucristo,
te rogamos por el triste momento de tu agonía,
y por la infinita alegría que experimentaste
cuando Jesús con aquellas dulces palabras
te mandó salir del sepulcro,
que intercedas con el Divino Maestro
para que por tu mediación nos conceda lo que,
confiados, y con fe y esperanza te suplicamos:
(di ahora lo que deseas conseguir)
San Lázaro
bendito,
ruega en nuestro
nombre
para que seamos
con celeridad favorecidos,
no dejes que la desesperación
y el agobio
se instalen en
nuestro corazón por más tiempo.
Solicítale también
que nos de su protección,
que no nos
abandone en nuestras aflicciones.
Que Dios el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo
nos bendiga,
preserve y guarde;
que el Dios todo
bondad y misericordia
nos conceda su
favor y nos llene
de toda bendición espiritual
y gracia.
Así sea.
Señor y Dios nuestro,
Tú escogiste a Lázaro como amigo
y nos lo presentas como ejemplo
de santidad y pobreza, resignación y consuelo.
Haz que nosotros no busquemos tanto
ser consolados como consolar,
ser comprendidos como comprender,
ser amados como amar.
Te pedimos por intercesión
del bendito san Lázaro.
que donde haya duda pongamos fe,
que donde haya duda pongamos fe,
donde haya desesperación pongamos esperanza,
donde hay tinieblas pongamos claridad,
donde hay tristeza pongamos alegría.
Por la intercesión del fiel san Lázaro,
Señor nuestro, también te rogamos:
socórrenos en esta necesidad
que tanto nos preocupa y nos agobia,
(repite con gran fe la petición).
Concédenos ser el apoyo y el sustento
de nuestras familias,
igual que san Lázaro supo serlo
con sus bienaventuradas hermanas,
danos la fe que el siempre tuvo en Ti,
y alcánzanos lo que por su mediación
hoy fervorosamente te suplicamos.
Señor Dios nuestro,
confiando en tu bondad infinita
y gozando de la intercesión de san Lázaro,
alcánzanos la salud de cuerpo y alma,
la salvación y la vida eterna,
por Jesucristo nuestro Señor,
que vive y reina
por los siglos de los siglos. Amén.
Reza el Credo, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
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