Oh san Benito, bondadoso protector,
humilde en tu vivir y bueno con todos,
que ayudas a los que acuden a ti
cuando las tristezas y los infortunios
hacen que su vida sea difícil y angustiosa:
por favor escucha mis sinceras súplicas
y dame el apoyo que busco para llegar a Dios.
Tú que, animado por una ardiente generosidad
para asistir al prójimo en sus necesidades,
no dejaste de dar amparo y afecto
al que a tus manos acudía en sus aflicciones.
Con paciencia, disponibilidad y entrega
instruiste a los ignorantes, socorriste a los pobres,
curaste a los enfermos, resucitaste a los muertos,
libraste a los cautivos del demonio y de sus pasiones, consolaste a los afligidos y convertiste a los pecadores,
hoy acudo a ti buscando tu auxilio,
tú que das consuelo a los corazones
y alivio en las necesidades y dificultades,
apiádate de mis sufrimientos, de mis problemas
e intercede ante Dios Padre de misericordia
para que me conceda este gran favor
que preciso para no desesperar:
(di ahora el problema que te aflige
y a solución que quieres conseguir).
San Benito, insigne maestro de la caridad,
recuérdame y ampárame desde lo Alto,
ruega para que reciba la ayuda que solicito,
haz que me llegue el consuelo que ansío
y mi diario caminar sea más fácil y llevadero,
pide a Dios que en su bondad me sea propicio
y me bendiga con largueza en mis necesidades.
Glorioso padre de los monjes, servicial y generoso,
tú que no antepusiste nada ante Cristo
desde que lo hallaste en la oración
y adoraste con fervor su santa Cruz,
intercede para que también nosotros
podamos encontrarlo en nuestro diario caminar
y así vivamos en el amor del Eterno Padre
y en la victoria de la Cruz de su Hijo.
Tu gran poder ante Dios se reconoce hoy,
más que nunca,
por la multitud de prodigios y favores
que por tu asistencia Dios nos ofrece.
Ruega por todos los que acudimos a ti.
Alcánzanos del Señor, toda los favores
que nos son necesarios durante esta vida
y así avancemos en el amor a Dios,
y especialmente la gracia que deseamos
y por la cual te rezamos esta oración con esperanza.
San Benito, Ruega por nosotros.
Señor Dios
Nuestro,
que hiciste al
abad Benito,
esclarecido
maestro del Divino Servicio,
concédeme, por su
intercesión,
obtener el favor especial que te pido:
(repite tu petición con humildad y fe).
También te pido,
que prefiriéndote
a ti sobre todos los lujos,
avancemos por la
senda de tus mandamientos
con el corazón
contrito,
y rezando y trabajando con amor
como san Benito, tu confesor, hizo.
Y tu, san Benito, guárdanos y cuídanos,
te ruego nos protejas de todo mal y pena,
que por tu mediación nos veamos libres
de toda la maldad que nos acecha
y no recibamos daño alguno,
ni con magias, ni con conjuros ni hechicerías,
y se alejen de nuestras vidas y hogares
las envidias y los malos ojos,
las difamaciones y malas lenguas.
Sé para nosotros faro luminoso
que aleje toda oscuridad, disipe las sombras
y alumbre nuestro caminar por la tierra,
ruega por los que te aclamamos
y que tu bendición esté siempre con nosotros.
Por Cristo Nuestro
Señor.
Amén. +
Reza el Credo, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Repite la oración y los rezos con mucha fe
durante nueve días consecutivos.
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