¡Oh, piadoso Niño Jesús de Praga!
Yo conozco los prodigios que has obrado,
y tus obras
milagrosas para los necesitados,
yo se que con inmensa misericordia
has otorgado grandes y numerosos favores
has otorgado grandes y numerosos favores
a todo el que te
lo ha solicitado.
En vista de tus
innumerables gracias concedidas,
a través de la
veneración de tu Santa Niñez,
particularmente a
través de la estatua de Praga,
yo exclamo con las
más grande seguridad:
¡oh mi muy amado Niño Jesús!
¡oh mi muy amado Niño Jesús!
¡salvador mío! ¡no me abandones!
Derrama tus generosas bendiciones sobre mí
y socórreme en este
trance difícil y angustioso,
auxíliame en mi apremiante, acuciante necesidad
que como sabes me abruma y hace infeliz:
que como sabes me abruma y hace infeliz:
(di lo que deseas conseguir).
Tú puedes ayudarme si así lo deseas.
Extiende tu manita sagrada y, por Tu poder,
quítame todo lo que me aflige,
haz que tenga amor, salud, trabajo y prosperidad,
y pueda vivir con paz y tranquilidad.
A cambio yo te prometo difundir tu devoción,
agradar más a Dios
y hacer mayor bien a las personas que me rodean.
Así sea.
ORACIÓN AL NIÑO DE PRAGA
(Revelada al Padre Cirilo de la Madre de Dios, en el siglo XVII, Carmelita descalzo de Praga, gran devoto del Santo Niño de Praga debido a la inmensa ayuda, espiritual y material, que él y el convento habían recibido del Niño, y por los muchos milagros que los fieles habían obtenido a través de su intercesión).
¡Oh Santo Niño Jesús de Praga!,
yo recurro a Ti pues espero en Ti,
y te ruego por Vuestra Santísima Madre,
me asistas en esta necesidad tan grande:
porque creo firmemente
que Vuestra Divinidad puede socorrerme.
Espero con confianza obtener
Vuestra Santa Gracia.
Os amo con todo mi corazón
y con todas las fuerzas de mi alma.
Me arrepiento sinceramente de mis pecados,
y os suplico, oh mi buen Niño Jesús,
me deis fuerza para triunfar al alejarme de ellos.
Tomo la resolución de no ofenderos más,
y me ofrezco a Vos
en la disposición de sufrirlo todo antes
ofenderos y disgustaros.
Desde ahora quiero serviros con fidelidad.
Por Vuestro amor, ¡Oh Santo Niño!,
amaré a mis prójimos como a mí mismo.
Niño lleno de poder,
¡oh Jesús!, yo os suplico de nuevo,
me asistáis en esta grave y difícil circunstancia:
(repetir la petición).
Hacedme la gracia
de poseeros eternamente, junto a María y José,
y la de adoraros
con los Santos Ángeles de la Corte Celestial.
Así sea.
Rezar con gran fe y confianza el Credo y la Salve.
Repetir la oración y los rezos
durante siete días consecutivos.
Hacer el Acto de Contrición (Señor mío Jesucristo),
y rezar al poderoso y milagroso Niño Jesús de Praga,
el Credo, tres Padrenuestros y tres Glorias.
Hacer las oraciones, junto a los rezos indicados,
durante nueve días consecutivos.
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