DÉCIMA POPULAR
INVOCANDO A LA VIRGEN
Quisiera, Virgen María,
Quisiera, Virgen María,
Madre mía muy amada,
tener el alma abrasada
en vuestro amor noche y día.
¡Oh, dulce Virgen María,
Madre de mi corazón!,
tener el alma abrasada
en vuestro amor noche y día.
¡Oh, dulce Virgen María,
Madre de mi corazón!,
a Ti me entrego, tuyo-a quiero ser.
¿Quién tuviera tanto amor
que sobrepujara en ardor
a los serafines todos,
amándoos por cuantos modos
inventó el más fino amor?
que sobrepujara en ardor
a los serafines todos,
amándoos por cuantos modos
inventó el más fino amor?
¡Oh Corazón de María,
Madre de Dios y Madre nuestra!
¡Corazón amabilísimo,
objeto de las complacencias de la adorable Trinidad,
y digno de la veneración y ternura
de los ángeles y de los hombres!
¡Corazón el más semejante al de Jesús,
¡Corazón el más semejante al de Jesús,
cuya imagen más perfecta sois!
Corazón lleno de bondad
Corazón lleno de bondad
y en gran manera compasivo de nuestras miserias!
¡Ah! Hacednos sentir ahora,
¡Ah! Hacednos sentir ahora,
¡oh Virgen piadosísima!,
la dulzura de vuestro corazón maternal
y la fuerza de vuestra intercesión
ante el de Jesús.
Así sea.
ORACIÓN DE PETICIÓN
Dulce Madre, Bienaventurada, Purísima,
y siempre Virgen Madre de Dios,
deseo sentir tu presencia,
hoy y mañana, pero sobre todo en los momentos
en que me atormenta la angustia.
Oh mediadora ante el Creador irrechazable,
sabiendo que gozo de tu amparo
y que en toda ocasión estás dispuesta a escucharnos,
acudo a tu tierno Corazón de Madre
implorando me des tu inigualable auxilio,
te suplico me alcances de tu Hijo Jesús
solución conveniente a este gran problema
que como sabes es motivo de mi angustia
y que para mí es imposible de solucionar:
(pedir ahora lo que se desea conseguir).
Tú que siempre proteges a los que te honran,
sé presta a intervenir en mis penas,
Tú que eres fuente viva que rebosa generosidad
atiende Virgen María esta petición
y concédeme tu singular patrocinio.
Oh buena y dulcísima madre mía,
Corazón Inmaculado y Puro,
Corazón que a todos nos resguarda
y que es nuestro refugio y salvación,
Tú serás siempre nuestra esperanza,
pues nos comprendes cuando estamos angustiados,
nos tomas fuertemente de la mano y guías
cuando no sabemos que camino tomar
y nos ofreces tu Inmaculado Corazón
como ancla firme de Salvación.
Te suplico derrames tu gracia sobre nosotros,
y sobre nuestras familias,
danos en toda ocasión tu protección, paz y amor
para que no nos falte salud, bienestar y cariño.
A Ti nos confiamos, en Ti esperamos,
bendice nuestras vidas, acciones y palabras,
haz que vivamos en el amor, en la paz,
en la caridad, fidelidad, dicha y unión;
ayúdanos a crecer en la vida de la gracia
y derrama sobre todos nosotros
el espíritu de pureza de corazón, de mente y cuerpo
y consigue que, bajo tu amoroso patrocinio,
nuestro destino esté siempre unido a Dios.
Por Jesucristo, tu Divino Hijo,
nuestro hermano, amigo y Señor.
Así sea. +
Reza tres Avemarías y Gloria.
Repite las oraciones y los rezos tres días seguidos.
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