Oh, Coraza de la
Sangre del Redentor;
protégeme en todos
mis caminos
y en las batallas espirituales;
y en las batallas espirituales;
cubre mis
pensamientos, potencias y sentidos
con tu coraza
protectora,
reviste mi cuerpo
con tu poder.
Que los dardos incendiarios
del maligno,
no me toquen ni en
el cuerpo, ni en el alma;
que ni el veneno,
ni el hechizo, ni el ocultismo
me hagan daño ni afecten mi vida;
que ningún
espíritu encarnado o descarnado
me perturbe ni dañe;
que Satanás y sus
huestes del mal,
huyan para siempre de mí
al ver la Coraza de Tu Sangre Protectora.
al ver la Coraza de Tu Sangre Protectora.
Libérame de todo
mal, adversidad y peligro
gloriosa Sangre
del Redentor,
para que pueda
cumplir la misión
que me ha sido
encomendada y dar Gloria a Dios.
Me consagro y Te
consagro mi familia voluntariamente
al Poder de Tu
Sangre Protectora,
a la compasión de tu Mano Poderosa que todo lo vence.
¡Oh mi buen Jesús,
libérame a mí y a mi familia
y seres querido de
todo mal y peligro,
no permitas que nadie ni nada nos perturbe,
no dejes que nadie ni nada nos lastime.
Amén Jesús.
Señor nuestro Jesucristo,
sella con tu muy Preciosísima Sangre,
mi cuerpo, mi alma y mi espíritu.
mi cuerpo, mi alma y mi espíritu.
Cubre con tus sagradas Llagas,
mi cuerpo, mi alma y mi espíritu
mi cuerpo, mi alma y mi espíritu
y lávame con el
agua de tu costado,
mi cuerpo, mi alma
y mi espíritu,
para que este día
sea positivo en ti
y me libres a mí y
a mi familia de cualquier daño,
para que seamos alejados de todo mal y
maldad,
de todo peligro, accidente, infección y enfermedad,
de todo peligro, accidente, infección y enfermedad,
y de las asechanzas
del enemigo del alma
en cualquiera de
sus manifestaciones.
Oh mi Señor Jesucristo, también te pedimos:
por las intercesiones y las súplicas de los Apóstoles,
¡oh Piadoso y amoroso Salvador,
borra la multitud de nuestros pecados y transgresiones.
Por las intercesiones y las súplicas
de tu Santísima Madre, ¡oh Piadoso!,
perdona nuestras ofensas y la veces que te olvidamos,
borra la multitud de nuestros pecados y transgresiones.
¡Ten piedad de mí, oh Dios,
por Tu Bondad, por Tu Gran Compasión,
borra mis faltas y dame el perdón en mis errores!
Amén Señor Jesús. +
Reza el Credo, Padrenuestro y Gloria.
Repite con devoción durante tres días seguidos
la oración y los rezos que se indican.
Pide con todo tu ser la poderosa protección que ofrece nuestro Señor Cristo Jesús por su Preciosa Sangre, pide que ser liberado de todo mal, adquirido o enviado, que se haya aposentado en tu persona, en tu hogar o en los seres que amas. Pide ser alejado de enfermedades, pandemias o contagios que afecten tu buena salud y la de los tuyos.
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