¡Oh Santísima Virgen María de Coromoto,
Madre de Misericordia!
Desde los mas profundo de nuestro corazón
clamamos a Ti suplicando tu amparo y protección.
Madre de Misericordia!
Desde los mas profundo de nuestro corazón
clamamos a Ti suplicando tu amparo y protección.
Bendita Reina de los Cielos y Madre de Dios,
Tú que eres consuelo de los afligidos
y esperanza de los que en Ti confiamos,
escúchanos benignamente y danos tu amor,
Tú que eres consuelo de los afligidos
y esperanza de los que en Ti confiamos,
escúchanos benignamente y danos tu amor,
bajo tus maternales cuidados nos ponemos.
Nuestra Señora de Coromoto,
en tus manos benditas
en tus manos benditas
deposito esta urgente y desesperada necesidad
para que Tú me ayudes a remediarla:
para que Tú me ayudes a remediarla:
(dirige ahora a la Virgen tu petición).
Escucha mi súplica, bendícela,
apiádate de mis urgentes necesidades
y llévalas con prontitud a las Alturas.
Preséntala al Corazón de Jesús
y ruégale use su misericordia y bondad
y me conceda lo que con humildad solicito,
que no me falte su Santo Auxilio
ni hoy que tanta falta me hace, ni nunca.
Haz valer tu amor de Madre y tu poder de Reina.
¡Oh María! dirige tu mirada bondadosa sobre mí
y alivia las cargas y muchas adversidades
que se han instalado en mi vida
y que me han llevado a la desesperación,
ten piedad de mí y dame esperanza y paz.
Madre de gracia, Madre de misericordia
mi amada virgencita milagrosa de Coromoto,
no me canso de adorarte y venerarte,
de honrarte, ensalzarte y admirarte
sé que has escuchado con benevolencia
mis temores, mis penas, mis intranquilidades,
Tú que concedes con facilidad las gracias y favores
que nos hacen falta para mejorar y salir adelante,
pues Tú eres poderosísima en los Cielos
y cualquier cosa que pides a tu Divino Hijo
te es concedida sin tardanza,
recibe mis suplicas que te hago con total confianza
e intercede por mi ante tu amado Hijo,
haz que extienda su Brazo Poderoso
y me conceda lo que con inmenso afán
he solicitado en esta mi oración.
Yo cuento con tu ayuda.
Yo confío en tu poder.
Yo me entrego a tu voluntad.
Yo estoy seguro de tu misericordia.
Oh celestial Señora, virgen María de Coromoto,
desde el Trono radiante de Gloria
donde has sido exaltada,
y desde el que derramas tantos tesoros de gracias:
haz que nos arrepintamos sinceramente
de todas nuestras faltas y pecados,
que podamos obtener de tu Hijo Jesús
un perdón generoso;
para que, después de haber hecho aquí en la tierra
frutos dignos de penitencia,
podamos un día verte, alabarte y bendecirte,
con los ángeles y los santos, en la gloria del Reino.
¡Madre de Dios y Madre mía!
ruega por mí.
Llévame al Corazón de Jesús.
Bendícenos Madre Santísima.
Cúbrenos con tu Manto Madre Mía
y dígnate acoger benignamente
nuestra urgente y desesperada petición.
Amén. +
Reza a la amorosa Reina y Madre,
la muy poderosa Virgen María de Coromoto,
la Salve y siete Avemarías.
Repite tres días seguidos la oración y los rezos.
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