Arcángel San
Miguel, bendito seas,
príncipe de los Espíritus celestiales,
protector contra los poderes diabólicos,
a ti acudimos a rogarte y pedirte,
en el Nombre
poderoso de Dios,
Él que es, Él que será,
para que en estas
horas de la noche
nos
protejas a mí y mi familia de todo mal.
San Miguel en la puerta,
san Miguel en las paredes,
san Miguel arriba y san Miguel abajo,
san Miguel delante y san Miguel atrás.
Defiéndenos con fervor te pedimos,
defiéndenos te rogamos y suplicamos
por la Preciosa Sangre del Cordero,
de todos los ataques del maligno espíritu
Satanás,
de sus secuaces o enviados,
de los espíritus de bajo nivel y burlones,
para que tengamos una noche tranquila
un sueño reparador y un descanso placentero
en los brazos de nuestra
amada
la Santísima Virgen María Inmaculada,
que nos guarda y da sus maternales cuidados.
San Miguel defiende nuestros cuerpos,
San Miguel defiende nuestros cuerpos,
vigila nuestros sueños,
cuida y protege nuestras almas
y líbranos en todo momento del mal.
ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN
¡Oh, arcángel San Miguel!,
Príncipe celeste, mi ángel tutelar,
¡escucha mi voz y atiende mi petición!
Yo te elijo como mi Príncipe,
Soberano y Guía en la lucha
contra Satanás y contra el Mal.
Contra el Pecado, la envidia y el rencor
contra el Odio y las Tinieblas.
A ti te consagro mi persona,
mi cuerpo con todos sus sentidos,
mi Alma con sus potencias,
mi familia, mis trabajos y mi hogar,
mis bienes externos, presentes y futuros,
en una palabra te consagro:
todo lo que me pertenece y me es querido.
Yo ....... para agradecer el favor solicitado,
acudiré y rezaré con más frecuencia a Dios Padre,
a Dios Hijo y Dios Espíritu Santo,
acudiré y rezaré con más frecuencia a Dios Padre,
a Dios Hijo y Dios Espíritu Santo,
Dios Uno y Trino,
y a la Virgen María, Nuestra Señora y Reina;
me esforzaré por vencer al mal haciendo el bien,
procuraré amar mas al Altísimo
y a la Virgen María, Nuestra Señora y Reina;
me esforzaré por vencer al mal haciendo el bien,
procuraré amar mas al Altísimo
y ayudar según mis posibilidades al prójimo,
y tú, mi gran protector, señor Miguel, por favor,
ruega por mí, ahora y en la hora de mi muerte.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
y tú, mi gran protector, señor Miguel, por favor,
ruega por mí, ahora y en la hora de mi muerte.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
En nombre del Padre,
en nombre del Hijo,
y en nombre del Espíritu Santo. Amén.
Esta oración es para pedir la muy poderosa protección de san Miguel Arcángel, para que se aleje todo lo malo que te rodea en la noche y tengas tranquilidad y descanso en la noche.
La puedes hacer cuantas veces quieras, y repetir cuantas veces necesites, incluso diariamente, es para pedir protección nocturna, para que nada perturbe tus sueños y ningún mal espíritu se acerque a ti mientras duermes.
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