CÁNTICO DE LAS
CRIATURAS
(conocido como Hermano sol, hermana
luna).
Omnipotente,
altísimo, bondadoso Señor,
tuyas son la
alabanza, la gloria y el honor;
tan sólo tú eres
digno de toda bendición,
y nunca es digno
el hombre de hacer de ti mención.
Loado seas por
toda criatura, mi Señor,
y en especial
loado por el hermano sol,
que alumbra, y
abre el día, y es bello en su esplendor,
y lleva por los
cielos noticia de su autor.
Y por la hermana
luna, de blanca luz menor,
y las estrellas
claras, que tu poder creó,
tan limpias, tan
hermosas, tan vivas como son,
y brillan en los
cielos: ¡loado, mi Señor!
Y por la hermana
agua, preciosa en su candor,
que es útil,
casta, humilde: ¡loado, mi Señor!
Por el hermano
fuego, que alumbra al irse el sol,
y es fuerte,
hermoso, alegre: ¡loado mi Señor!
Y por la hermana tierra,
que es toda bendición,
la hermana madre
tierra, que da en toda ocasión
las hierbas y los
frutos y flores de color,
y nos sustenta y
rige: ¡loado, mi Señor!
Y por los que
perdonan y aguantan por tu amor
los males
corporales y la tribulación:
¡felices los que
sufren en paz con el dolor,
porque les llega
el tiempo de la consolación!
Y por la hermana
muerte: ¡loado, mi Señor!
ningún viviente
escapa de su persecución;
¡ay si en pecado
grave sorprende al pecador!
¡Dichosos los que
cumplen la voluntad de Dios!
¡No probarán la
muerte de la condenación!
Servidle con
ternura y humilde corazón.
Agradeced sus
dones, cantad su creación.
Las criaturas
todas, load a mi Señor.
Amén.
Oración compuesta por san Francisco de Asís,
(1182-1226)
(1182-1226)
SALUDO DE SAN FRANCISCO A LA VIRGEN:
Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios,
que eres Virgen hecha Iglesia,
y elegida por el Santísimo Padre del Cielo,
consagrada por él con su santísimo Hijo amado
y el Espíritu Santo Paráclito,
en la que estuvo y está
toda la plenitud de la gracia, y todo bien.
Salve, palacio suyo; salve, tienda suya;
salve, casa suya, salve, vestidura suya;
salve, sierva suya; salve, madre suya,
y todas vosotras, virtudes santas,
que por la gracia y la iluminación
del Espíritu Santo
sois infundidas en el corazón de los creyentes,
para que de infieles se vuelvan fieles a Dios.
Así sea.
ORACIÓN DE PETICIÓN
Dios todopoderoso, que cuidas con amor a tus hijos,
y siempre nos favoreces con tus bondades,
escucha nuestras sinceras suplicas,
y haz llegar a nosotros tu misericordia.
Tú que otorgaste a nuestro Padre san Francisco
la gracia de asemejarse a Cristo
por la humildad y la pobreza;
concédenos caminar tras sus huellas,
para que podamos seguir a tu Hijo, Señor nuestro,
y entregarnos a ti con amor jubiloso.
Por el amor abrasado que sintió hacía Ti,
concédenos, Señor,
imitar a nuestro padre san Francisco
en su caridad y en su celo apostólico,
para que gustemos los frutos de tu amor
y sepamos entregarnos de corazón
a nuestros hermanos.
Permite también, Señor nuestro,
que por intercesión de este tan glorioso santo
seamos ayudados en nuestras dificultades
y que siempre estemos protegidos
y llenos de amor hacía Ti como él lo hizo. Amén.
Presenta ahora tus peticiones y reza,
pidiendo la milagrosa intercesión
del bendito san Francisco de Asís,
tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Gloria.
Repite tres días seguidos las oraciones y los rezos.
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