domingo, 28 de abril de 2013

ORACIÓN A LA VIRGEN PARA PETICIONES Y PROTECCIÓN



¡Oh Virgen purísima!, Madre de Dios,
 Reina de todo lo creado,
 levantada sobre todos los cortesanos del cielo
 y más resplandeciente y pura que los rayos del sol:
 tú eres más gloriosa que los querubines,
 más santa que los serafines
 y sin comparación más sublime y aventajada
 que todos los ejércitos del cielo.

 Tú eres la esperanza de los Patriarcas,
 la gloria de los Profetas,
 la alabanza de los Apóstoles,
 honra de los mártires,
 alegría de los santos,
 ornamento de las Sagradas Jerarquías,
 corona de las vírgenes,
 inaccesible por tu inmensa claridad,
 princesa y guía de todos
 y doncella sacratísima;
 por ti somos reconciliados con Cristo, mi Señor. 

Guárdame debajo de tus alas;
 y apiádate de mí,
 que estoy sucio con mis pasiones
 y manchado con los innumerables males
 que he cometido contra mi Juez y Creador.

 No tengo otra confianza sino en ti,
 que eres el áncora de mi esperanza,
 el puerto de mi salud
 y socorro oportuno en la tribulación.
Amén. +

Señora Nuestra Santísima,
 Madre de Dios, llena de gracia:
 Tú eres la gloria de nuestra naturaleza humana,
 por donde nos llegan los regalos de Dios.

 Eres el ser más poderoso que existe,
 después de la Santísima Trinidad,
 la Mediadora de todos nosotros
 ante el Mediador que es Cristo;
Tú eres el puente misterioso
 que une la tierra con el cielo,
 eres la llave que nos abre las puertas del Paraíso;
 nuestra Abogada, nuestra Intercesora. 

Tú eres la Madre de Aquel
 que es el ser más misericordioso y más bueno. 
 
Haz que nuestra alma
 llegue a ser digna de estar un día
 a la derecha de tu Único Hijo, Jesucristo. 
Amén. +

Santisíma Virgen María ruega por nosotros
y danos tu ayuda y protección.

Ahora, con toda tu confianza puesta en la Santísima virgen María, nuestra amorosa y protectora Madre, haz la petición,  
deposita toda tu esperanza en la poderosa Madre de Dios y ruégale que te ayude y consiga que su Hijo te escuche y te conceda en breve lo que has solicitado. 
Después reza fervorosamente
 la Salve y tres Avemarías
Repite estas bellas oraciones durante tres días seguidos. 

Las dos oraciones fueron compuestas por san Efrén de Siria (306-373). Doctor y Padre de la Iglesia. 
Conocido como "Arpa del Espíritu Santo", pese a no tener estudios académicos alcanzó gran fama en su faceta de orador.  Buen conocedor de las Sagradas Escrituras sus homilías alcanzaron tanta fama que, incluso en la actualidad se siguen leyendo en algunas iglesias.
Gran defensor de la fe, escribió numerosos "Comentarios Bíblicos" y centenares de himnos para uso litúrgico y uso popular, destacando los bellos poemas dedicados a Nuestro Señor Jesucristo y a su Santísima Madre la Virgen María. 
Gran amante de la Virgen María y en sus escritos deja ver la profunda devoción que sentía por Ella. 
Gran parte de la introducción a los Cánticos Sagrados que se emplean hoy en día en los oficios y servicios públicos de la Iglesia fueron compuestos por san Efrén. 

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