ARCÁNGEL GABRIEL

 

ARCÁNGEL SAN GABRIEL

Gabriel es el ángel de la Anunciación que en las Sagradas Escrituras se presenta a si mismo "...Yo soy Gabriel, que asisto a la vista Dios..." (Lucas 1-19), indicando su condición de mensajero celestial, pero con más alto nivel que el que ostentan los Serafines y Querubines. 

Según el cristianismo transita por los Cielos y la tierra y es el "gran comunicador" con el Altísimo, el que reparte su misericordia y mediador poderoso de los hombres ante Él. 

Es representativo de la dualidad muerte-resurrección, así como también es el ángel de la venganza pero al mismo tiempo de la compasión. Pero sobre todo, Gabriel es el mensajero divino que revela la voluntad de Dios a la humanidad, conduce los sentimientos del corazón humano hacía la bondad, ayuda a encontrar la motivación, la alegría y el camino más adecuado para cada uno y trae inspiración, paz y esperanza a nuestras vidas terrenas. 

Según la tradición musulmana Gabriel tiene ciento cuarenta pares de alas. Este arcángel aparece situado en el Oeste, que es donde se pone el sol y de esta manera sella la puerta donde mora el mal. La tradición esotérica dice que el Oeste es la puerta del mal porque al ponerse el Sol en ese punto cardinal, la Tierra se cubre con el manto oscuro de la noche, la cual siempre se ha identificado con las fuerzas malignas. Cuando el cuerpo humano perece, Dios envía a Gabriel a recoger al espíritu de esa persona para llevarlo a descansar y a buscar el perdón de sus pecados. Es también él que guía los espíritus a la tierra durante cada encarnación. Es por eso que es el Ángel de la Anunciación porque sabe cuando un niño va a nacer. Las mujeres que desean el don de la maternidad le piden este milagro a Gabriel, por lo cual es también conocido como el Ángel de la Esperanza o de la Confianza. 

Una de las tradiciones judías dice que Gabriel instruye al niño en el vientre de la madre durante los nueve meses de embarazo. Cuando una persona es desahuciada por los médicos, se le pide a menudo a Gabriel para que interceda ante Dios y se extienda la vida de esa persona. 

En el día del Juicio Final es Gabriel el que toca la trompeta que despierta a las almas de los muertos que duermen en el polvo. En la Pseudoepígrafa, que contiene las visiones apocalípticas de varios de los profetas, el Angel de Dios, que en este caso es Gabriel, le revela al profeta Ezra los Siete Caminos a la Divina Presencia por los que un alma tiene que pasar para llegar a Dios, si esto le es permitido. 

El primer camino, dice Gabriel, es terrible y fascinante; el segundo es aterrador e indescriptible; el tercero es un infierno helado; el cuarto está marcado por escalofriantes batallas. Si el alma es justa comienza a brillar cuando llega al quinto camino; si es pecadora, se oscurece. En el sexto camino, el alma justa destella como el Sol. En el séptimo, Gabriel guía al alma al gran Trono Divino, que según el ángel está frente al Jardín del Edén y donde resplandece la Gloria de Dios. Es obvio, según esta descripción de Gabriel, que los caminos a los cuales el ángel se refiere son los que atraviesan los Siete Cielos. De acuerdo con el tercer Libro de Enoc es Gabriel, en vez de Miguel, el que rige el fuego.

Según esta misma fuente Gabriel rige al Sexto Cielo en vez del Primero. En el Evangelio según San Lucas es Gabriel quien le anuncia a Zacarías el próximo nacimiento de su hijo, el cual estaba destinado a conocerse como Juan Bautista. Gabriel es un consumado lingüista, y le enseñó a José, el hijo de Jacobo, los setenta lenguajes que se hablaron en la Torre de Babel en una sola noche. 

El nombre de Gabriel significa "Dios es mi Poder". El arcángel suele ir vestido de blanco (aunque algunos pintores también usan los colores azul, amarillo o rosa para sus túnicas, pero siempre en tonos cálidos), lo que indica trasparencia, nitidez y una muy grande limpieza de espíritu. 

Es representado con un lirio en la mano, símbolo de la Virgen María, o con una trompeta, símbolo del Juicio Final, que hará sonar ese día para despertar a las almas que estén dormidas. En otras ocasiones se le representa con un pergamino o una pluma en la mano, por ser el inspirador de los artistas, cantantes, escritores, comunicadores y creadores en general.  

De acuerdo a la tradición hebrea fue Gabriel el que destruyo a las ciudades de Sodoma y Gomorra. Es el ángel que reveló al profeta Daniel lo que va a suceder durante el Juicio Final y el que luchó toda la noche contra Jacobo, aunque otros ángeles también se acreditan con esta hazaña. Se dice también que Gabriel es el ángel que está a cargo de madurar las frutas. 

En una de las antiguas leyendas, Gabriel perdió el favor de Dios por no llevar a cabo una de sus órdenes exactamente como se le había indicado. En estos tiempos Dios estaba muy airado por los pecados de Israel y ordenó a Gabriel que lloviera carbones de fuego sobre los israelitas y luego que ayudara a los babilonios a destruir a los sobrevivientes del fuego divino. Pero Gabriel, lleno de compasión por Israel, escogió al ángel más ocioso del Cielo para que tirara los carbones encendidos a la Tierra. El ángel se tomó tanto tiempo en reunir los carbones que estos se enfriaron antes de ser lanzados y no ocasionaron destrucción alguna. Luego Gabriel convenció a los babilonios a que no destruyeran a Israel y solo obligaran a los israelitas a emigrar a Babilonia. Esto llenó de tanta indignación al Creador que sacó a Gabriel de inmediato de su Presencia. Y si vamos a escuchar lo que nos dice Enoc sobre este caso, Gabriel recibió unos cuantos latigazos de fuego por esta desobediencia y luego ordenado a permanecer detrás de la Cortina Sagrada que protege al Trono de Dios. Por varias semanas Gabriel fue reemplazado por el ángel Dubbiel, regente de los persas. 

Mientras Gabriel estuvo en este corto destierro, los judíos sufrieron cruelmente bajo la dominación persa, cuyo ángel regente Dubbiel ostentaba el poder en el Paraíso. Pero Gabriel, que estaba esperando la oportunidad perfecta y el momento preciso detrás de la Cortina Sagrada, hizo una sugerencia tan brillante durante uno de los concilios celestiales, que fue restituido de inmediato a su posición frente al Trono del Señor. Tal vez por haber perdido su posición en el Cielo, Dubbiel pasó más tarde a ser uno de los ángeles rebeldes. 

De acuerdo a la tradición musulmana Gabriel, conocido en Islam como Jibril, fue quien le dictó el libro del Corán al profeta Mahoma. Y según Juana de Arco, él fue quien la inspiró a batallar por el rey de Francia en contra de los Ingleses en la llamada Guerra de los Cien años, un acto heróico por el cual fue quemada en la hoguera. 

El arcángel Gabriel comparte algunas características con el arcángel san Miguel, pues los dos son ángeles del juicio y símbolo de la misericordia, a la vez que representan el consuelo y la encarnación. 

Este gran Ángel representa la pureza de espíritu, la inspiración, la habilidad y la creatividad; es el mensajero de la esperanza, aporta paz y paciencia cuando se está pasando por una situación desesperada. Es escudo protector contra el maligno y sus huestes y guía y consejero de los desorientados y confundidos. 

Gabriel intercede y aboga por todos los seres humanos. Es patrono de los mensajeros, de los comunicadores, de los niños antes de nacer y después del parto, de las mujeres embarazadas, de las madres que desean tener un hijo y por motivos médicos o de cualquier otra índole no pueden conseguirlo (por ejemplo, cuando las circunstancias que se plantean en las adopciones son adversas); también es el patrón de las salas de parto, donde acompaña a las madres dándoles fuerza y todo lo preciso para que el parto sea perfecto, también ayuda a los Ángeles Guardianes a recibir a las nuevas almas e iniciarlas en sus primeros momentos en el mundo. 

Su día es el miércoles y las mejor hora para contactar con el es cuando ya es de noche. 

RITUAL SENCILLO PARA HACER PETICIONES: 

Si quieres pedir un milagro a este generoso arcángel coloca tres flores blancas en un recipiente de cristal con agua delante de una imagen de él (puede ser una foto impresa, o una estampa o una medalla...), pon una vela blanca y otra azul a cada lado de la imagen y préndelas, haz la petición y recita esta oración tres veces seguidas, por último reza un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria: 

Oh mi bien amado arcángel san Gabriel, bendito ángel de la esperanza, recibe mis pequeños presentes y haz llegar al Señor y a la Virgen mi humilde petición, ruega ante Ellos por mí y no dejes de solicitar el milagro que necesito. Tú que eres nuestro amparo en la adversidad ven a mí, tú que gozas del favor Divino, no me dejes en mi necesidad, tú que conoces los misterios del Santo Espíritu haz que reciba los dones que solicito. Gracias por tu mediación. Así sea. 

Otro método para hacer una petición especial a Gabriel: se espera a una noche de Luna Llena, se le enciende una vela plateada (o amarilla o dorada) a la luz de la luna y se le pide lo que se desea conseguir. La vela luego se apaga en una copa de agua mineral bien fría la cual se toma de un solo trago sin respirar. Esto se repite por nueve Lunas Llenas con la misma vela. La última noche se deja terminar la vela. Puedes hacer la oración anterior.