Los Ángeles fueron puestos a nuestro servicio para que nos guiaran, protegieran acompañaran en nuestro caminar por la tierra. Ellos son los encargados de ayudarnos en todo momento, en especial cuando estamos pasando por dificultades y necesitamos sus servicios para salir con bien.
Debido a que un Ángel es una entidad cósmica de gran poder, para conocer el nombre del tuyo, es aconsejable prepararse mental y físicamente antes de contactarlo y desearlo con todas las fuerzas. Esto no es superstición sino lógica.
Toda energía que proviene del inconsciente debe ser lo más pura posible para poder ser utilizada de forma efectiva. Por esto se recomienda reducir o eliminar el consumo carnes y no usar sustancias adictivas durante 24 horas antes de realizar el ritual del nombre.
Bañarse y vestirse de blanco es también aconsejable ya que el color blanco es símbolo de la luz, donde está encerrado todo el espectro solar; y puedes quemar incienso, especialmente incienso puro en grano y mirra, pues es muy efectivo para aumentar la concentración, así como también lo es la música suave y etérea.
Para averiguar el nombre del Ángel Guardián de una persona se lleva a cabo la purificación arriba indicada y se abre un libro al azar que puede ser una Biblia, uno de lectura o un diccionario... La persona debe colocarse mirando al Este, que es por donde sale el Sol y que simboliza las fuerzas positivas y creativas del universo.
Antes de empezar hay que relajarse y concentrarse en lo que desea con los ojos cerrados. Una vez conseguida la relajación se abre el libro escogido y se coloca el dedo índice sobre la página derecha, sobre una palabra, se lee y se apunta, en un papel blanco liso, sin rayas, la primera letra de la palabra que está directamente debajo del dedo.
Esto se hace tres, cuatro o cinco veces, dependiendo de la intuición de la persona. Es decir, ésta debe decidir si va a abrir el libro tres, cuatro o cinco veces. Si decide abrir el libro tres veces, va a apuntar tres letras; si decide abrir el libro cuatro veces, va a apuntar cuatro letras; y si decide abrir el libro cinco veces, va a apuntar cinco letras.
La mayor parte de las letras que apunte, ya sean tres, cuatro o cinco, van a ser consonantes, ya que existen más consonantes que vocales en el alfabeto. Si escribe sólo consonantes, procede entonces a colocar cualquiera de las cinco vocales, a, e, i, o, u, en el orden que su intuición le indique, entre medio de las consonantes. Escribe una combinación de vocales y consonantes, y coloca las vocales donde se necesiten.
Luego que esto se ha hecho, se le añade el final "el" u "on" al nombre que han construido, ya que la mayor parte de los nombres de los ángeles tiene esta terminación, como Miguel, Rafael, Gabriel, Sandalfón o Metratón. Por ejemplo, si las letras que se apuntan son H R M, se le pueden añadir dos A y una I para componer el nombre: HARANIEL. Ese es pues el nombre del Ángel Guardián de esa persona. Por otra parte, si las letras que se apuntaron son DGALU, se le añade una sola vocal, como la I, para hacer el nombre DIGALUEL. Si escogen cuatro letras como A T R Z, se le puede añadir una I y la terminación ON, para formar el nombre ATRIZON, o el terminar EL para formar ATRIZEL. Esto es algo que la persona misma decide, guiada por su intuición y su propio Ángel Guardián que le revela de esta manera su nombre.
Una vez que se conoce el nombre, se da gracias a Dios y a sus Ángeles y, cada persona pedirá a su Ángel Custodio, llamándolo por su nombre, que permanezca siempre a su lado y le dé su auxilio y protección.
Ahora que sabes cómo llamar a tu Ángel Guardián, hazlo en cualquier momento que lo necesites, sabiendo que acudirá a tu lado para aportar a tu vida todo lo bueno y alejar los problemas y vicisitudes que te atormentan y para que lleve a los Cielos tus pedidos y haga realidad tus sueños.
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