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viernes, 25 de junio de 2021

COMO CONTACTAR CON TU ÁNGEL GUARDIÁN


Este ritual, o método para conseguir comunicar con el Ángel Custodio, es más bien una meditación profunda durante la cual se trata de establecer contacto con el ángel guardián. Como siempre la persona se purifica por 24 horas. Luego se viste de blanco y se sienta en el suelo mirando al Este, descalza y con las piernas cruzadas en posición yoga. 

A su alrededor tiene que situar cuatro puntas de cuarzo blanco, que se colocan en forma de cruz, es decir, uno al frente, uno detrás, otro a la izquierda y el último a la derecha. 
Los cuarzos hay que limpiarlos de antemano. Para hacerlo correctamente se ponen las piedras en un recipiente que contenga agua con un puñado de sal marina disuelta en ella y se tienen sumergidos durante 24 horas, (mejor si se tienen al aire libre, en una ventana o similar). Después se enjuagan bajo el grifo de agua fría y se colocan al sol por 8 horas como mínimo, de esta forma están preparados para cargarse positivamente y re-energizarse. 
Estos cuarzos no se deben programar para ninguna otra función que no sea establecer contacto angelical, para que de esta forma estén libres y puedan canalizar energías sin impedimento o restricción alguna. 

Al frente de la persona que va a realizar este ritual debe haber un vaso o copa de agua de manantial (o, si no se puede conseguir, se puede usar agua mineral). Detrás de la copa se pone una vela blanca, que no sea muy grande, y se prende con cerillas o con un palito de madera, nunca se enciende directamente con un mechero. 

Enseguida se respira profundamente por la nariz, se aguanta la respiración contando hasta 6 y se exhala por la boca. Esta respiración, que se conoce en yoga como "pranayama", se repite seis veces y sirve para controlar los nervios, proporcionar impulso a las vibraciones de la energía, relajar el cuerpo y prepararlo perfectamente para la meditación. 

Después de las pranayamas, se visualiza un rayo de luz que sale del cuarzo que está al frente, el cual se extiende hasta el cuarzo que está a la derecha y de ahí pasa al cuarzo que está detrás y, de éste, al que está a la izquierda, terminando por fin en el frente de nuevo. Esto forma un círculo de luz brillante que pasa a través de los cuatro cuarzos consiguiendo la energía necesaria para que se pueda hacer el contacto. 

Luego se deja la mente en blanco y se mira a la llama de la vela a través de la copa de agua, contando hacia atrás en voz alta del diez al uno. Esto pone a la persona en estado alfa, que es el estado de trance moderado que se usa para captar las energías que están en el inconsciente. Seguidamente se cierran los ojos y se visualiza como la llama de la vela incide sobre el entrecejo. Tan pronto se visualiza el punto de luz que ha formado la llama, se comienza a invocar al Ángel, cuyo nombre ya se ha averiguado a través del ritual que está explicado anteriormente en esta misma web. 

El nombre del ángel se pronuncia en voz alta por siete veces, hay que hacerlo lentamente, con mucha concentración, para ello es mejor hacerlo con los ojos cerrados. Según va se va repitiendo el nombre del ángel, la persona puede sentir que su conciencia se va elevando por encima de su cuerpo hasta quedar unos centímetros sobre éste. Esta es una sensación de semi-levitación aparente, que no afecta de modo alguno el cuerpo en sí, sino a la mente del individuo. 

Cuando se termina de repetir el nombre del ángel, si ha hecho la meditación de forma concentrada, la persona va a sentir la presencia de su Ángel como una gran fuente de luz, como un punto de energía y amor que la rodea e inunda su esencia llenándola de una paz, una seguridad y una felicidad como nunca se ha sentido y que es difícil de describir. En este estado de éxtasis, la persona que está haciendo el ritual va a recibir uno o más mensajes de su Ángel que llegaran hasta su mente como si una voz interior le estuviera hablando. Esto se conoce como la "conversación con el Ángel de la Guarda. 

La persona en estos momentos puede hacerle preguntas a su ángel, quien de alguna forma las va a contestar. La presencia del ángel permanece sólo por unos momentos con la persona y luego se va a ir, disipándose poco a poco. Cuando el ángel se marcha, la persona siente que va descendiendo de nuevo a su cuerpo. Cuando esto sucede, hay que contar de nuevo, pero esta vez de forma inversa, es decir del uno al diez. Al llegar al diez, se abren los ojos y el ritual ha terminado. 

Puede entonces apagar la vela y recoger los cuarzos, visualizando que el círculo de luz se desvanece y desaparece. Los cuarzos se guardan envueltos en un paño blanco para usarlos de nuevo en rituales similares o para volver a contactar con el Ángel. 

El agua se puede tomar ya que está llena de grandes energías positivas y estas penetraran en la persona y la llenaran de calma, protección y seguridad. 

Este es un ritual evocativo de gran eficacia, aunque parezca muy sencillo de realizar es muy poderoso, y, además, después de realizarse, deja a la persona en un estado de paz muy grande que dura a veces por muchos días. Es recomendable tener un cuaderno cerca de la mano para escribir cualquier mensaje que se reciba del ángel durante el ritual para que. cuando pase el tiempo de concentración no se tengan dudas sobre el mensaje que ha enviado el Ángel de la Guarda o Custodio y se pueda aplicar a la vida cotidiana o a la solución de problemas, dudas, preguntas...

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