Oh glorioso Padre
San Benito,
obrador de maravillas, cooperador de Cristo
obrador de maravillas, cooperador de Cristo
en la obra de
Salvación de las almas
te saludamos con
especial afecto y devoción,
y a ti acudimos con humilde corazón.
y a ti acudimos con humilde corazón.
¡Oh Patriarca de
los monjes!
Mira desde el
cielo la viña que plantó tu mano.
Multiplica el
número de tus hijos, y santifícalos.
Cuida y guarda de
un modo especial
a cuantos nos ponemos
con filial cariño
bajo tu amparo,
defensa y protección.
Oh san Benito, maestro
de la caridad,
tu gran poder ante
Dios se reconoce hoy,
más que nunca,
por la multitud de
prodigios y favores
que por tu
mediación Dios nos ofrece.
Ruega por los
que sufrimos enfermedad y dolor,
por los que
padecemos angustia y aflicción,
por los que estamos
indefensos ante los enemigos,
por los que pasamos
pobreza y necesidad,
ruega por todos nosotros que
te somos fieles devotos.
Glorioso san
Benito, humilde de corazón,
alcánzanos del
Señor toda las gracias
que nos son
necesarias durante esta vida
y especialmente obtennos este gran favor
por el cual hoy acudimos a ti:
(haz ahora con esperanza y fe la
petición).
San Benito, fiel varón
de Dios,
que siempre
estuviste animado por un ardiente celo
para asistir al
prójimo en sus infortunios y desdichas,
no dejes de darnos
tu favores y bendición,
alcánzanos lo que
con sencillez pedimos.
Oh san Benito,
vencedor de los demonios,
te rogamos que
alejes de nosotros todo mal,
líbranos de amenazas,
inseguridades y malos trances,
aléjanos de cualquier mal, maldad y traición,
aléjanos de cualquier mal, maldad y traición,
danos patrocinio, defensa y protección
contra enemigos, infortunios y fatalidades.
Tú que amaste a
Dios sobre todas las cosas
y le entregaste
sin reserva tu corazón,
consíguenos
también el amor de Dios,
que seamos bien recibidos por Él
cuando los agobios y las carencias nos rodeen.
que seamos bien recibidos por Él
cuando los agobios y las carencias nos rodeen.
Concédenos alcancemos del
Señor,
la gracia de la
perseverancia final,
de una buena
muerte,
y de tu asistencia
e intercesión
en nuestro último día.
Amén. +
Amén. +
Rezar con mucha fe el Credo, Padrenuestro y Gloria.
Hacer la oración y los rezos tres días seguidos.
San Benito es un poderoso protector que nos defiende de todo ataque del enemigo, de los males y peligros que nos rodean y que no deja de interceder ante Dios por nuestros grandes problemas y graves necesidades. Acude con plena confianza ante este glorioso santo y pídele que no deje de darte su amparo, que no deje de ser tu abogado y protector, sobre todo cuando estés agobiado-a y no sepas como salir de lo que te quita el sueño y te aflige.
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