Santa Águeda, mujer de valor
por tu
fuerza, por tu entereza ante la adversidad,
por tus
sufrimientos,
por los crueles tormentos a que fuiste sometida,
por todo lo que padeciste,
por la victoria de tu martirio,
llegamos
suplicantes a tus plantas
para
pedirte que ruegues por nosotros,
y muy especialmente,
por las personas que padecen violencia,
por los que sufren humillaciones y malos tratos,
por las personas que padecen violencia,
por los que sufren humillaciones y malos tratos,
y por todos
aquellos que tienen cáncer en los senos.
Ponemos a
la persona ante ti,
y te
pedimos, con toda nuestra fe y esperanza,
que intercedas amorosamente por ella.
Desde dónde
estás, en la salud de la vida eterna,
allí
donde todas las enfermedades se han curado,
y todas
las lágrimas se han secado,
pide por
ellas y envíales sanación y consuelo,
pide también por todos nosotros,
ruégale a
Dios para que nos conceda
su Sagrada
Bendición en la salud
y que
lleguemos a estar sanos.
Gloriosa santa Águeda,
tú que
fuiste una víctima de los mayores suplicios,
que sufriste la inhumanidad y crueldad humana,
te
pedimos que ores por las personas
que padecen violencia, humillaciones,
injusticias, malos tratos, torturas,
injusticias, malos tratos, torturas,
te suplicamos que las ayudes,
pídele a Dios para que las ilumine,
las conceda fortaleza y justicia
y que
llene de paz y comprensión sus vidas.
Bienaventurada santa Águeda,
hoy nos ponemos en tus manos
para rogarte que nos concedas tu auxilio
en esta grave necesidad:
(haz ahora tu pedido esperanzadamente
y confía en esta milagrosa santa)
No nos abandones, santa Águeda,
solicita
a Dios Misericordioso
su urgente ayuda en esta dura situación
que tanto nos hace sufrir,
y que nos conceda su protección
en todos los momentos de nuestra vida.
Así sea.
Oh buen Padre Celestial, Creador nuestro,
que elevaste a la bendita Agueda
a la dignidad de Santa,
imploramos a Tu Divina Majestad,
que, por su gloriosa intercesión,
nos concedas la salud de la mente,
del cuerpo y del alma
y nos asitas en nuestras adversidades,
en nuestras fatigas y sufrimientos.
Concede sanación a nuestras enfermedades
y restaura nuestra salud,
haznos llegar tu misericordia y bondad
y otórganos el favor tan especial
que solicitamos hoy de tu mucha comprensión,
haz que recibamos remedio en:
(repite tu petición).
Líbranos, Señor, de todas aquellas cosas
que nos lastiman y dañan nuestra dignidad,
que nos hacen sufrir y padecer,
danos tu bendición y amor
y déjanos levantar nuestro espíritu,
como el de ella, a Tu Reino Celestial.
Por Nuestro Señor Jesucristo,
Tu Hijo, que vive y reina contigo,
por los siglos de los siglos. Amén
Reza con fervor tres Padrenuestros,
tres Avemarías y tres Gloria.
Repite la oración y los rezos tres días seguidos.
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