MEDITACION ORIGINAL:
Padre mío, me pongo en vuestras manos;
Padre mío, me
confío a vos;
Padre mío, me
abandono a vos;
Padre mío, haced
de mí lo que os plazca;
sea lo que sea lo
que hagáis de mí,
os lo agradezco, gracias por todo.
Estoy dispuesto a
todo;
lo acepto todo;
os doy gracias por
todo,
con tal que
vuestra voluntad
se haga en mí, Dios mío;
con tal que vuestra voluntad
con tal que vuestra voluntad
se haga en todas
vuestras criaturas,
en todos vuestros
hijos,
en todos aquellos
a los que ama vuestro corazón,
no deseo nada más,
Dios mío;
pongo mi alma en
vuestras manos;
os la doy, Dios
mío,
con todo el amor
de mi corazón,
porque os amo,
y para mí es una
necesidad de amor el darme,
ponerme en
vuestras manos sin medida;
yo me pongo en
vuestras manos
con infinita confianza,
porque vos sois mi
Padre.
FORMATO ORACIÓN
Padre mío me abandono a Ti
Padre mío me abandono a Ti
haz de mí lo que quieras.
Lo que hagas de mí te lo
agradezco.
estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo,
con tal que tu voluntad se haga
en mí
y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Dios mío.
Pongo mi vida en tus manos.
Te la doy, Dios mío,
con todo el amor de mi corazón.
Porque te amo
y porque para mí amarte es
darme,
entregarme en tus manos sin
medida,
con una infinita confianza,
porque Tú eres mi Padre.
Amén. +
Hacer las peticiones a Dios Padre,
solicitando al Hermano Carlos
que interceda ante Él para que sea concedida.
Amén. +
Hacer las peticiones a Dios Padre,
solicitando al Hermano Carlos
que interceda ante Él para que sea concedida.
Reza el Credo, un Padrenuestro,
un Avemaría y un Gloria.
Haz la oración con fe y meditando lo que dice, dedica unos minutos a dar gracias a Dios Padre por los muchos beneficios que día tras día nos envía desde las Alturas, y dile la gran confianza que depositas en Él para que te siga ayudando cuando los problemas y las necesidades te afligen y tu no puedes solucionarlos sin sus Santos Auxilios. Habla con Él con el corazón en la mano y pídele que no te abandone ante la adversidad. Y, sobre todo, hazle llegar lo mucho que le amas y que no le olvidas ni aun en los peores momentos.
Repite la oración y los rezos que se indican durante tres días seguidos.
Beato Hermano Carlos de Foucauld
(1858-1916).
“La oración del Abandono” o “Plegaria
del Abandono”,
fue redactada originalmente como una “meditación”,
a partir de un
pasaje del Evangelio de san Lucas
que se inicia con el versículo 34
(«Padre, perdónalos,
porque no saben lo que hacen»)
y finaliza en el versículo
46
(«Padre, en tus manos pongo mi espíritu»).
Esta muy bella oración se ha traducido a todos los idiomas
y se han hecho diversas versiones de ella.
0 comentarios:
Publicar un comentario