Oh mi buen Santo Ángel Custodio,
tú que fuiste
enviado por la Divina misericordia de Dios
para ser mi especial
guardián y protector,
para guiarme,
defenderme y aconsejarme
durante toda mi vida
en la tierra,
tú que has sido mi
luz en la oscuridad
y consuelo en la desesperación,
tú que has sido mi
fiel compañero
y sabes lo que en
este momento estoy sufriendo,
tiéndeme una vez
más tu mano amiga.
Mi Ángel guardián
querido,
te invoco con toda mi esperanza e ilusión,
hoy acudo a ti con
toda confianza
para solicitar tú
amparo y ayuda
para que con tu
escudo poderoso detengas
los ataque de todo
aquel que me quiera dañar,
para que me
guardes de todo mal y peligro.
Defiéndeme de mis
enemigos visibles e invisibles,
de malas personas y malos amigos,
aparta de mi las difamaciones,
chismes, murmuraciones y malas lenguas;
chismes, murmuraciones y malas lenguas;
presérvame de
malos ojos, egoísmos y envidias,
no permitas que me
ataquen con hechizos y brujerías,
líbrame de celos, violencia, malos tratos y humillación,
y muy
especialmente auxíliame en:
(ahora pide el favor especial
que deseas conseguir por mediación
de tu mejor amigo, tu Ángel Custodio)
Santo Ángel de la
Guarda, mi buen amigo,
vélame mientras
estoy dormido,
oriéntame cuando
estoy despierto,
defiende mi alma, mi mente y cuerpo,
protégeme en toda ocasión
y momento
de los ataques y envites del
enemigo,
se mi seguro refugio en
la adversidad,
mi dulcísimo consuelo en el
dolor
mi fiel compañero en la
soledad;
ilumina con tu luminosidad mi entendimiento,
gobierna sabiamente mis
sentimientos
para que jamás ofenda
a Dios nuestro Padre
y sobre todo, llévame dentro de ti,
ayúdame con tu amorosa dedicación y tus consejos,
llena mi vida con tus santas
inspiraciones,
para que siendo
fiel a ellas
progrese en la
bondad y el amor hacia los demás
y así pueda gozar de tu compañía en el Cielo.
Oh Ángel benignísimo, mi tutor, mi maestro,
¡Cuánta reverencia te debo,
sabiendo que estás presente donde estoy!
¡Y con cuanta devoción te debo servir,
por el amor con que miras por mí!
¡y qué gran confianza debo tener teniéndote a mi lado,
para mi defensa, para mi protección!
Pues, enséñame Ángel Santo:
ampárame y guíame, vigila mis pasos,
llévame por el camino derecho y seguro
para que no tropiece ni cometa error,
ni haga en tu presencia cosa que te ofenda.
En tu infinita bondad y por lo mucho que me quieres,
presenta mis deseos y súplicas al Señor,
y alcánzame el remedio de ellas.
Así sea, así reciba lo que con fe solicito.
Reza con mucha fe y devoción, el Credo,
tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
Repite la oración y los rezos tres días seguidos.
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