¡Oh glorioso san
José de Calasanz!,
tú que experimentaste
en tu vida la llamada de Jesús,
que fuiste
cautivado por la mirada de los niños de la calle
y, sin pensarlo,
dejaste todo para seguir al Maestro,
dame fuerza de voluntad en mis estudios.
Tú que en la
infancia necesitada,
descubriste la grandeza del Amor Divino,
el camino hacia
una misión nueva y gratificante,
y olvidándote de
ti mismo no dudaste en servirlos,
en ayudarlos, en entregarte en cuerpo y alma
para darles formación en la fe cristiana
y conocimiento en
las letras humanas,
escucha mi plegaria, atiende mis peticiones.
Memorable y
bendito educador san José de Calasanz
tú qué sabes los
que es estudiar y rendir examen,
te pido que me des
paz y que me acompañes.
Humildemente te ruego
intercedas ante el Señor
y le solicites que
sea mi guía y apoyo,
que me dé el valor
y la constancia necesarias
para aprovechar cada
minuto de mis estudios,
que pueda
reflexionar con calma lo que me enseñan,
y llegado el
momento de la prueba, del examen,
pídele que refuerce
mi memoria y capacidad,
que sea cuidadoso,
creativo y eficiente
para poder manejarme
ante las dificultades que surjan;
así mismo que
conceda paz y paciencia
a los que me van a
examinar,
que sean
equitativos y justos con todos.
Tú que te entregaste fiel y generosamente
a la educación de los más desfavorecidos,
ruega al Señor y a la Virgen por mí,
que me hagan responsable en el estudio;
que me den valentía y constancia
para aprovechar cada minuto de mis estudios,
y diles que agradezco el privilegio que tengo
al poder acceder a los estudios y recibir enseñanza
San José de
Calasanz bienaventurado,
por último, te
imploro me asistas y protejas en esta vida,
enséñame a imitar
tus dones de caridad y paciencia,
de amor, bondad y
entrega con mis semejantes
para llegar a
merecer las recompensas Eternas.
Por Jesucristo
nuestro Señor.
Amén. +
Reza con mucha confianza, el Credo,
un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Haz la oración y los rezos cada vez que necesites ayuda, concentración y un especial empuje en los estudios, y si es para aprobar algún examen o prueba, rézala durante tres días seguidos, los tres anteriores a cada examen.
NOTAS SOBRE LA BIOGRAFÍA DE ESTE SANTO:
San José de Calasanz,
experimento en su vida la llamada de Jesús, sintió en lo más profundo de su ser la mirada del Maestro, del Buen Pastor, y esta
mirada, le cambio la vida para siempre.
Este santo, del siglo XVI-XVII, de infatigable
actividad y de invencible paciencia, consagró su vida a la
educación cristiana de la niñez. En su juventud, reunía ya a su alrededor a los
niños para enseñarles las oraciones y los misterios de la religión.
Ordenado
sacerdote, se dedicó primero a la predicación en España, su patria; pero,
sintiéndose llamado a vida más perfecta aun, se trasladó a Roma, donde la vista
de un tropel de niños entregados a los vicios a los que arrastra la falta de
educación, le inspiró el pensamiento de fundar escuelas pías. Asoció a su
intento a varios eclesiásticos animados de los mismos sentimientos, y su
congregación fue erigida por Gregorio XV en Orden religiosa, bajo el nombre de
Clérigos regulares de la Madre de Dios de las escuelas pías.
Llenó su
existencia con la dedicación a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, y al
prójimo, en particular por el ministerio apostólico de la educación de los
niños, realizado bajo la protección de María, educadora de Cristo.
José de Calasanz,
guiado por el Espíritu de Jesús, recorrió a lo largo de su vida su propio
itinerario espiritual. Especialmente en los años más densos de su evolución
interior, configuró su espiritualidad comprometiéndose con los niños pobres,
compartiendo fraternalmente con sus compañeros y consagrándose a Dios por la
profesión religiosa.
FRASES DE SAN JOSÉ DE CALASANZ
«Sin la oración no se puede estar bien con Dios, porque es tan necesaria al hombre interior como el alimento corporal al hombre exterior».
«La buena educación de la juventud es, en verdad, el Ministerio más digno, el más noble, el más meritorio, el más beneficioso, el más útil, el más necesario, el más natural, el más razonable, el más de agradecer, el más agradable y el más glorioso».
«Si desde su tierna edad son imbuidos diligentemente los niños en la piedad y en las letras, hay que esperar, sin lugar a dudas, un feliz curso de toda su vida».
«El problema de la enseñanza es de tal importancia, que requiere individuos dotados de inmensa caridad, paciencia y otras virtudes».
«Pon todo tu esfuerzo en ayudar a los alumnos, sobre todo animando y motivando hacia su progreso personal a los más descaminados».
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