Padre nuestro Jesús de Medinaceli,
Divino Salvador que bajaste a la tierra para redimirnos,
te alabo y te agradezco de todo corazón
que sufrieras por la expiación de mis pecados,
y que por tu inmensa generosidad
limpiaras con tu Preciosa Sangre mis faltas y culpas,
y te pido por tu Sacrosanta Pasión
que me ayudes a no volver a cometerlas jamás.