Oh mi amadísimo Señor de los Milagros,
acudo ante tu Sagrada Imagen con fervor,
con toda mi fe y
confianza, con certeza en Ti,
para invocar tu muy milagrosa ayuda;
me trae hasta tus pies el amor que te profeso
y lo mucho que te agradezco tu gloriosa Redención,
y para pedirte que no me dejes solo-a
ahora que sufro por tantas adversidades
por tantas penalidades como hay en mi vida
que me causan gran dolor y honda preocupación.