Acuérdate, oh Santísima Señora,
piadosísima Virgen María de Guadalupe,
piadosísima Virgen María de Guadalupe,
que en tus celestiales apariciones
en la montaña del Tepeyac,
en la montaña del Tepeyac,
prometiste mostrar tu clemencia amorosa
y tu piadosa compasión a los que te amamos
y te buscamos solicitando tu amparo,
llamándote en nuestros trabajos y aflicciones
ofreciéndonos escuchar nuestros ruegos,
enjugar nuestras muchas lágrimas
y darnos consuelo y alivio en nuestras adversidades.
y darnos consuelo y alivio en nuestras adversidades.