Divino Niño Jesús, Niño querido por todos,
Tú que bendices y
proteges las casas
donde está expuesta
y es honrada tu Sagrada Imagen,
recurrimos llenos de ilusión a Ti
y te pedimos, por Nuestra Santísima Madre,
nos asistas con tu Santa Gracia,
nos ampares, cuides y acompañes cada día
y hagas que nuestros llantos se tornen en alegría.
Te elegimos hoy y para siempre
por Señor y Dueño de nuestra casa,
y te pedimos con ardor que te dignes
demostrar en ella tu poderoso auxilio.
Llénala de bendiciones y cuídala con amor
preservándola del dolor y de la enfermedad,
del fuego, del rayo, de la fuerte tormenta,
de las inundaciones, de los terremotos,
de los peligros y de los accidentes
de los ladrones, de las discordias,
de los males y enemigos,
de injusticias, rencores, odios y traiciones
y de cualquier otra adversidad que nos pueda afectar.
Divino Niño Jesús, bendice y protege
Divino Niño Jesús, bendice y protege
a las personas que aquí habitan,
y concédeles la paz, una gran fe,
verdadero amor a Dios y al prójimo,
paciencia en las penas,
socorro en las dificultades,
ayuda en los problemas
facilidades de empleo, trabajo y estudios,
y solvencia en la economía;
concédeles también esperanza en la vida eterna
y la gracia de evitar los malos ejemplos,
el odio, el pecado, la condenación eterna
y todas las demás desgracias y males.
Que nuestro hogar sea un lugar de amor y cariño,
un oasis de entendimiento y comprensión.
Te lo pedimos por los méritos de tu infancia.
Oh Jesús Tu que eres
El Camino, la Verdad y la Vida
bendice nuestras vidas para que seamos felices,
guía nuestras sendas para que no erremos,
y haz que recibamos con gusto,
con sencillez y buena voluntad
la Palabra de Dios
sin ponerle trabas a la acción divina,
convencidos de que Dios nos ama
y que su palabra trae para nosotros
un mensaje de salvación,
para que entendamos que Dios
es un Padre amoroso, justo y compasivo
que no quiere la condenación del pecador,
sino que haga un esfuerzo por arreglar su vida
sea mejor persona y se salve.
Oh Jesús, Tú que viniste al mundo
para ser el servidor de los hombres,
haz que, imitando tu ejemplo,
seamos generosos y serviciales
en el servicio de nuestros hermanos.
Jesús mío, ayúdanos a cumplir
nuestro compromiso bautismal,
de seguir tu Evangelio
como norma de nuestra vida
y de enseñarlo a los demás.
Que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
Oh Dios, Padre de infinita misericordia,
que por tu grande amor a nosotros
nos has enviado a tu Divino Hijo Jesús
como nuestro Salvador y Redentor,
hoy llenos de confianza te pedimos que,
por mediación de los méritos de su infancia,
nuestro hogar esté siempre protegido
y reciba en todo momento tu bendición,
para que se acreciente nuestra fe y caridad
y abundemos en buenas obras.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Reza con mucha devoción el Credo,
Padrenuestro y Gloria.
Repite todo durante tres días seguidos.
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