Dios te salve,
gloriosa santa Rita,
cuyo nacimiento
fue presagio de futura santidad,
al ser hija de
padres de avanzada edad,
y como se vio
inmediatamente después de tu bautizo,
pues aun siendo
bebe demostraste tu gracia
y ser bendita del Señor,
cuando las abejas
formaron un panal en tus labios
para depositar en
tu boca la dulce miel,
sin causarte daño
alguno
y obrar milagros a tu alrededor.