ORACION A SAN JUAN DIEGO PARA GRANDES NECESIDADES

¡Oh san Juan Diego, hombre bueno y entregado!

Por el amor que tuviste a la Virgen María, 
bajo la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe, 

por tu ejemplo de vida, por tu fortaleza 

y por tu sencillez de corazón
te pedimos seas nuestro amigo y protector, 

recíbenos en tus generosas manos 
y entra en nuestro hogar y bendícenos. 

Te encomendamos nuestros hogares, 
nuestras necesidades y preocupaciones, 
te encomendamos a cada uno de nosotros 
para que nos cuides, ampares y auxilies 
(decir los nombres de cada miembro de la familia). 

Te pedimos ruegues por nuestra unión de pareja, 
para que sepamos comprendernos y respetarnos
y amarnos siempre con fidelidad y entrega, 

para que permanezcamos juntos y enamorados

pese a las dificultades que se nos presenten. 

Te pedimos por nuestros hijos, 

para que gocen de energía y salud, 
que no pasen carencias, reciban buena educación 
y estén alejados de peligros y malas compañías. 

Te pedimos por nuestra economía, 
que tengamos un buen trabajo, digno y estable,  
que nos permita hacer frente a los gastos diarios 
y a los compromisos adquiridos 
para gozar de felicidad, prosperidad y bienestar. 

Te pedimos por nuestra salud, 
que no tengamos que pasar por enfermedades 

por pandemias, sufrimientos ni dolores. 

Oh santo bien amado por todos, 

tú que gozas de María y Jesús en las Alturas, 
tiéndenos tus generosas manos y ayúdanos 

en nuestros problemas y necesidades, 

entrega nuestras peticiones a la Virgen de Guadalupe 

y consigue que nos responda con este favor: 

(pedir lo que se desea conseguir)

San Juan Diego, lleva nuestras suplicas ante Ella 
para que sea nuestra mediadora con el Señor 
y nos alcance todo lo que solicitamos,
para que nuestro hogar goce de amor, cariño y unión, 
para que nos ayude en las dificultades diarias 
y haga que vivamos con tranquilidad y prosperidad. 

Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

San Juan Diego, queremos darte las gracias 

por el mensaje evangelizador que con humildad 

y con verdadero afecto nos has entregado.

Tus nos recuerdas con tus oraciones 

que la Virgen Santísima de Guadalupe 

es la Madre del Verdadero Dios por quien se vive 

y es la portadora de Jesucristo 

que nos da el Espíritu Santo, que vivifica a la Iglesia. 

Tu nos recuerdas que Santa María de Guadalupe 

es también nuestra Madre amorosa y compasiva.

Gracias al obediente cumplimiento de tu misión, 

sabemos que Santa María de Guadalupe 

nos ha colocado en su corazón.

Gracias Juan Diego por este mensaje 

que nos fortifica en la Paz, en la Unidad y en el Amor 

de Nuestro Señor Jesucristo.

Oh Dios, Señor de Amor y Bondad, 

que has distinguido este continente americano 
con las maravillosas apariciones de la
santísima virgen de Guadalupe, 

en las que nos manifestaste tu infinito amor, 

y elegiste al bienaventurado san Juan Diego 

para que convirtiera a la fe a sus hermanos; 

te pedimos, por medio de la intercesión 

de este humilde pero muy devoto embajador
de tu Madre, la Santísima Virgen María Inmaculada, 

la propagación de tu reino de amor y paz 

en todas las familias, pueblos y en toda la tierra.

Oh san Juan Diego, que tu ejemplo, tu virtud 

y tu muy eficaz asistencia  

despierte en nosotros un mayor amor hacia Dios 

y hacia nuestros hermanos los hombres 

para que, enriquecidos con la esperanza 

de los bienes eternos,
comuniquemos a los demás la luz de la fe.
Así sea.

Reza, con mucha fe y devoción, con el corazón abierto,
a Nuestra Señora de Guadalupe
la Salve y siete Avemarías.
Haz la oración y los rezos tres días seguidos.