¡Oh gloriosa Margarita!, verdadera
perla que Dios,
con su
inmenso Amor, con su generoso Amor
te recuperó de
las manos del dragón infernal,
que te dominaba, te perjudicaba y poseía,
para dar a
todos los pecadores de la tierra,
con
vuestra admirable conversión y santa vida
un eficaz
impulso a dejar la culpa,
practicando
el bien y huyendo del
mal
y de toda su
próxima ocasión.
Sierva dignísima del Señor,
desde el trono de la Gloria donde estas,
intercede por nosotros, vuestros fieles devotos.
Líbranos de los celos, odios y rencores,
de las maldades y malicias del enemigo,
aléjanos de los que con sus palabras
quieren difamarnos, ofendernos y hacernos daño,
de los que con sus obras y acciones
pretenden humillarnos y doblegarnos,
separa de nuestras vidas la violencia y la ira
separa de nuestras vidas la violencia y la ira
y socórrenos en esta adversidad
que nos llena de angustia y pesar:
(di el problema que tanto te afecta
y pide con esperanza lo que deseas conseguir)
Entregada santa Margarita,
por tus
lágrimas, oraciones, ayunos y penitencias,
alcánzanos también de Nuestro Señor
la gracia de la sincera conversión del corazón,
del vivo
dolor de nuestras culpas, de nuestros pecados,
y, después de
una santa vida
empleada a
semejanza tuya,
en el amor a
Jesús Crucificado por nosotros,
consíguenos una
buena muerte
y la corona
de gloria
en el seno de
la eterna bienaventuranza.
Así sea, Señor.
¡Oh Dios, Padre de amor, caridad y perdón,
que misericordiosamente sacaste
a tu sierva Margarita de Cortona
de la mala senda que había tomado,
conduciéndola por el sendero de la salvación eterna!, concédenos por tu misma infinita misericordia que,
no erremos ni nos perdamos en nuestros caminos
y que siempre sigamos tus mandatos,
danos tu mano en nuestros desaciertos,
danos tu ayuda en esta dura vida
para que podamos alcanzar la gloria Eterna
como esta santa lo hizo en su vida terrenal.
Oh Señor, Padre Eterno y Todopoderoso
que en tu bondad diste a Santa Margarita de Cortona
la posibilidad de enmendarse de su vida de pecado
y de hacer penitencia y fervorosa oración,
te pedimos que, a ejemplo suyo y por su mediación,
sintamos un profundo horror al pecado
y deseemos siempre vivir en tu amistad,
así como el favor especial que hemos solicitado
confiando en que Tú no nos abandonas ni dejas
cuando estamos sufriendo y padeciendo
por las malas acciones, deseos y palabras
de los que nos quieren dañar y perjudicar.
Por Jesucristo, tu Hijo, Nuestro Señor.
Así sea. +
Rezar el credo, tres Padrenuestros,
tres Avemarías y tres Glorias.
Repetir la oración y los rezos tres días seguidos.
Santa Margarita de Cortona es una santa que experimentó toda clase de difamaciones, odios y humillaciones, que se refugió en Dios y se dejó guiar por Él; confiando en la misericordia divina rezó hasta que el Señor se apiadó de ella y le concedió las fuerzas necesarias para salir de la vida que llevaba, llevar una vida digna y conseguir la gloria de la santidad.
Es invocada para pedir alejar las humillaciones, las injusticias, los malos tratos, las traiciones, los celos y rencores, difamaciones y demás ofensas. Es muy especial protectora y abogada de las personas que sufren cuando son objeto de malos tratos, físicos o psíquicos.
0 comentarios:
Publicar un comentario