Oh glorioso y bienaventurado san
Pancracio
que en la hermosa
niñez,
que tan rica y
halagadora se presentaba para
vos
con las promesas
del mundo,
renunciasteis
magnánimamente a todo
para abrazar la Fe sin condición
y servir a nuestro
Señor Jesucristo
con gran espíritu
de caridad,
entrega y con profunda
humildad,
y por Él
ofrecisteis alegremente vuestra vida
con un sublime
martirio,
escuchad, os
suplicamos, esta plegaria.